La Alhambra, de Oleg Grabar

"Las funciones y los significados de la Alhambra han de entenderse partiendo de un cierto equilibrio entre la filiación directa con la Antigüedad a través de los ejemplos sirios y cordobeses de siglos anteriores y una omnipresente visión medieval de la vida regia, dentro de formas específicamente musulmanas." (p. 147)

 

Oleg Grabar:

The Alhambra.

Sebastopol (California) : Solipsist Press, 1992.

La Alhambra

Madrid : Alianza Editorial, 1980-2006.

 

Por desgracia, parece que poca repercusión pública ha tenido en España el fallecimiento del profesor Oleg Grabar a comienzos de este año 2011. Este eminente historiador del arte ha sido autor de un libro clásico sobre uno de los conjuntos monumentales más excepcionales y singulares del mundo: la Alhambra de Granada. Reseñamos ahora dicho ensayo, cuya lectura podría complementarse muy bien con la de las obras de H. Stierlin y W. Irving propuestas ya hace algún tiempo por NoSóloTécnica.

La Alhambra de Grabar es un libro no demasiado largo y muy bien escrito, un texto cuyo formato plenamente académico no impide sin embargo una lectura tranquila y sin pretensiones. El material gráfico incluido es abundante, se distribuye de manera muy adecuada a lo largo del volumen, y su presentación ha ido mejorando en las sucesivas ediciones de Alianza Editorial que hemos tenido ocasión de manejar. Más allá del análisis del monumento en sí mismo, el autor nunca pierde de vista su realidad como fenómeno cultural posterior a su antigua función como residencia de la dinastía nazarí. Este aspecto se hace notar desde las primeras citas de Irving en la introducción, y es ciertamente fundamental para entender las diversas vicisitudes, modificaciones, conservación y restauración hasta llegar a nuestros días. El libro pretende proporcionar una lectura cabal del conjunto monumental hasta donde lo haga posible el estado de los conocimientos en el momento en que se escribió. Conocimientos que se resienten sobre todo de la falta de fuentes escritas, que podría deberse a la destrucción de archivos y bibliotecas acaecida tras la conquista castellana, a finales del siglo XV y comienzos del XVI. Grabar dosifica proporciones justas de exhaustividad documental, erudición y perspicacia intelectual. El resultado es un libro impecable cuyo disfrute obviamente pide a gritos efectuar una visita física a la propia Alhambra. Por mi experiencia personal con ella, me atrevo a sugerir que además de la admiración por la obra humana en sí misma, la ciudadela roja es uno de esos espacios que le pueden cambiar a uno -para mejor- la visión de la vida y del mundo.

"Al mismo tiempo que creaban composiciones arquitectónicas que sólo tienen sentido desde el interior, los artistas de la Alhambra desarrollaron formas ornamentales y arquitectónicas que se subdividían a su vez en un número casi infinito de elementos más pequeños. Estas formas invitaban y todavía invitan a una singular investigación que descubra el principio interior o la unidad última que hace posible todo el conjunto." (p. 196)

Esta y otras obras de Oleg Grabar en Bibliotecas de la UPM.

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