“Una beca me permitió venir a España a realizar un proyecto durante cuatro meses” Entrevista a Carlos Vera, egresado de la UPVT (México) y actual investigador de la UPM

Carlos Alberto Vera Romero tiene 22 años recién cumplidos y está contratado como investigador en el Laboratorio de Alta Tensión del departamento de Ingeniería Eléctrica en la ETSIDI. Nació en Toluca, Capital del Estado de México –uno de los 31 estados que tiene el país- y antes de terminar sus estudios de Mecatrónica en la Universidad Politécnica del Valle de Toluca vino a la ETSIDI con una beca en el marco del “Convenio de colaboración internacional para el desarrollo de capacidades de las Universidades en materia educativa, científica, tecnológica, de innovación e intercambio académico entre la Universidad Politécnica de Madrid y el Gobierno del Estado Libre y Soberado de México, a través de la Secretaría de Educación y el Tecnológico de Estudios superiores de Coacalco” para colaborar con un proyecto del profesor Ricardo Albarracín.

Tras cuatro meses y unos resultados excelentes, le ofrecieron un contrato en el laboratorio en el que había realizado el proyecto, que no dudó en aceptar. Volvió a Toluca para titularse y ya lo tenemos de nuevo de vuelta entre nosotros. Le encanta programar, y en especial, la utilización de Matlab como lenguaje, además, nos confiesa que desde bachillerato, una de sus motivaciones para sacar buenas notas ha sido poder tener acceso a becas y programas como este.

 Hablamos con él para que nos cuente todo.

 

¿Cómo funciona la universidad en México?

En México la mayoría de las universidades tienen 10 semestres. Son 5 años de materias y luego la tesis. Sin embargo, mi universidad forma parte de otro sistema educativo nacional, en total son unas 80 universidades en todo el país que tienen un plan de estudios distinto:

  • No está dividido en semestres sino en cuatrimestres, en total son 9 cuatrimestres de asignaturas, es decir, 3 años.
  • A la par, aunque hay algunos que lo hacen al final, tienes que hacer un servicio social de 480h, el mío lo hice impartiendo el taller de ajedrez de mi escuela.
  • Además de los 9 cuatrimestres de asignaturas y el servicio social tienes que hacer 2 estancias de 200h, en dos cuatrimestres distintos, yo las hice durante el 8° y 9° mientras cursaba las respectivas asignaturas.
  • Para cuando acabas los 9 primeros cuatrimestres se supone que tengas todas las asignaturas superadas, las dos estancias concluidas y el servicio social liberado, pero muchas personas suelen tardar más.
  • Después de eso, te falta hacer la estadía, que consiste en otras prácticas pero de mayor duración y a un nivel más formal, que fue lo que yo hice aquí. En teoría la estadía dura 4 meses pero la tuve que hacer en 2 cuatrimestres porque las fechas de la beca no eran las mismas que las de los cuatrimestres de mi escuela, por lo que al final acabé la carrera en 11 cuatrimestres.

Elegí mi universidad porque el plan de estudios es distinto y pensé que era muy bueno que hubiera prácticas durante la carrera. Además, al tener tres cuatrimestres en cada año, pensé que “bueno, va a ser cansado pero al final me estoy ahorrando ese tiempo de vacaciones”, lo vi como si se juntaran todas las vacaciones para el final.

¿Por qué elegiste la UPM para realizar tu estadía?

Lo normal es que vayas a una empresa a hacer tus prácticas, pero yo hice los papeles para esta beca que me interesaba muchísimo porque implicaba salir y conocer otro país. Cuando me la dieron, lo que me faltaba saber era si se podía contar como esa estancia. Hablé con mi directora y me dijo que sí, sólo que tenía que enfocarlo a hacer un trabajo que pudiera presentar. Sí se pudo y con eso me titulé.

El trabajo con Ricardo fue algo muy distinto a mecatrónica porque lo que él hace es eléctrica, suena parecido pero no tiene nada que ver. Eléctrica es el fenómeno físico de la electricidad en su forma pura, miles de voltios y todo eso; electrónica es más sobre control, programación, PLCs, etc. y no sueles trabajar con más de 24V de corriente directa. El proyecto, sin embargo, era más de computadora y no tanto de laboratorio, entonces no tuve problemas. Pero sí que era muy distinto a lo que conocía.

Sabemos que eres especialista en Matlab, cuéntanos un poco.

Matlab es un ambiente de programación muy grande que tiene instrucciones prefabricadas que hacen cosas muy complejas con una sola instrucción. Te permite hacer cosas laboriosas y extensas de manera rápida y sin profundizar demasiado en la programación, es decir, sin perder mucho tiempo escribiendo líneas de código. Yo conocí el lenguaje mientras estudiaba en la UPVT, pero no me metí mucho con él hasta que leí un libro de un autor de Puebla, que es otro de los estados de México, incluso me puse en contacto con él porque me gustó mucho y encontré, según yo, unas correcciones. Las revisó, me dijo que sí, que tenía razón, y que me iba a incluir en los agradecimientos de la próxima edición. Ahí le cogí mucho más gusto a Matlab y empecé a sacar nuevos programas, basarme en los suyos, crear nuevas cosas, pero sobre todo, a aprender mucho.

Al llegar aquí y empezar a trabajar con Ricardo fueron surgiendo nuevas ideas y nuevos problemas que entre los dos fuimos resolviendo, fue entonces cuando nos enteramos que existía una interfaz gráfica en Matlab, que básicamente permite crear ventanas para interactuar con el usuario, pedir datos y demás, sin tener que modificar directamente el código. Yo nunca la había usado pero, como ya sabía programar y Matlab tiene mucha documentación, con ese proyecto mejoré muchísimo y empecé a sacar cosas nuevas y cada vez mejores.

¿Cuándo aprendiste a programar?

Yo aprendí a programar en bachillerato –de los 15 a los 18 años en México- porque participé en una Olimpiada Informática. Yo no sabía nada de programación, pero al ser una olimpiada se empezaba desde el nivel más básico y en las primeras etapas ni siquiera te pedían conocimientos de programación, te evaluaban con un examen de lógica matemática. Conforme iban recortando personas y quedaban menos empezaban a darles asesorías. A mí me empezó a ir muy bien, mi tutor me apoyó mucho y llegué al primer lugar de mi estado. Entonces fui a concursar a nivel nacional pero sólo me dieron una medalla de bronce ya que la competencia era altísima. Fue la primera vez que programé y me gustó mucho. Años después mi maestro me invitó a los cursos de preparación pero como asesor.

¿Por qué elegiste estudiar Mecatrónica en lugar de Informática?

Llegué a sentir varias veces que me había equivocado de carrera. Pero principalmente elegí mecatrónica porque se me hacía mucho más bonito ver que lo que programabas o lo que diseñabas estaba teniendo una aplicación física, algo real, una parte mecánica además del software.

Actualmente la programación “está de moda” ¿piensas que es tan importante?

Aquí voy a hacer un poco referencia al que fue mi maestro de programación en la olimpiada, él decía que la programación estaba en todos lados, que todo el mundo debería que saber programar. Yo creo que tiene razón porque el saber programar te ayuda a organizar tus ideas. Realmente si tú sabes hacer algo mediante, lápiz, papel, una calculadora, si sabes resolver eso y sabes programar, entonces sabes enseñarle a un ordenador cómo hacerlo. El hecho de desarrollar esa habilidad, de reducir lo que quieres hacer a cosas más simples que sean programables, te ayuda a dominar más el proceso.

No es tanto que conozcas un nuevo lenguaje sino que desarrolles esa habilidad para pensar como un ordenador, saber qué necesita que le digas y cómo decírselo. No digo que todo el mundo tenga que saber programar, pero sí que conocer la lógica de la programación es muy útil.

Muchas gracias, Carlos.

 


Redacción y producción del vídeo: Myriam Barnés Guevara